Como el caudal de un río,
vienen nuestras crecidas y los tiempos de sequías,
Como el viento hecho vendaval,
resuenan nuestros ecos en pos del silencio,
Como la luz de día,
hallamos nuestro resplandor y nuestras sombras,
Como los ciclos de la luna,
crecemos y menguamos, nos llenamos y nos renovamos.
Como el movimiento vital de la naturaleza,
nos regimos uno y otro,
tu y yo, yo y tu,
Para que el ciclo continúe,
Constancia Inconstante.
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