Ansiamos vivir en un mundo justo, donde
la libertad del individuo sea respetada, pero contribuimos sin darnos
cuenta, nada mas nacer, en una sociedad que comienza a encasillar
tus comportamientos en dos binomios peligrosos para el alma humana
que desea vivir libre y en paz.
Bueno-Malo, Bonito-Feo.
Ya siendo un bebé preguntan por tí
¿Es bueno o se porta mal? Como si un bebé que no llore a menudo,
fuera un infante bueno, y otro que llore por las noches y no deje
dormir a tus progenitores, seas una personita mala, ni uno ni otro
son comportamientos buenos o malos, simplemente un bebé se expresa
mediante el llanto, si llora mas, es que tiene algo mas que decirnos,
hambre, querencia de contacto, necesidad de comunicar sus
dolencias... y a todos no les duele lo mismo ni con la misma
intensidad, ¿cómo desequilibramos la balanza hacia la bondad o la
maldad?
Pensaréis, son formas de comunicarse,
pero la realidad es que estas frases “hechas” van calando en el
corazón del nuevo ser.
Cuando pasamos a la infancia, comienzan
a enjuiciar hasta si pintamos un simple sol, y nos dicen “¡qué
bonito!” sin querer ya están coartando la creatividad, pues te
limitan a dibujar tal como te han dicho que es bonito, y si no lo
consigues, te frustras, lo mismo ocurre con la “fealdad” y...
¡que se lo digan a Baudeliare!.
Por no hablar de la educación reglada
que nos obliga a aprender los mismos conocimientos para todas a un
mismo ritmo, como si a todas nos gustase aprender lo mismo y
necesitacemos el mismo tiempo para interiorizarlo.
Por supuesto cuando hemos sobrepasado
la adolescencia ya tenemos establecidos unos patrones, conductas,
hábitos, expresiones... grabados en nuestros raciocionio de como
debemos comportarnos para ser aceptados en la familia y respetados
ante la sociedad, nos han cortado las alas poco a poco, sin darnos
cuenta y cuando acordamos, ni sentimos, ni nos expresamos, ni vivimos
tal como nuestro ser quisiera, vivimos la vida de otras personas, las
que han impuesto lo correcto. Que somos todas las que componemos la
sociedad.
La relación entre sociedad y persona
es cuanto menos bidireccional, la sociedad te marca el camino a
seguir, pero la persona tiene la opción de seguirlo o trazar el suyo
propio, mostrando al mismo tiempo a la sociedad que hay mas caminos.
Estos caminos, son a mi entender, los
caminos del corazón, los que no se aprenden, ni se trazan con
previsión, los que vives instante a instante y no hay mas juicio que
el de tu sentimentado ser, que te dicta que vive en plenitud,
habiendo postergado el raciocinio a un segundo plano.
Observa tu horizonte mientras disfrutas
del camino, al desplegar de tu alas.
RCVicent
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