Es increíble aprender científicamente
lo que uno intuye instintivamente, acabo de ver un documental
titulado como este artículo, que nos obliga a recapacitar sobre
nuestras relaciones con las plantas.
No les damos el debido respeto a
nuestra relación con ellas al creer que son seres de nivel
“inferior” debido a que apenas se mueven, ni se expresan de
manera que podamos entenderlas bajo nuestros parámetros
convencionales de percepción, todas sabemos que se giran con el sol,
las raices buscan la humedad... pero todo esto nos dice mucho mas de
las plantas...
Los estudios realizados en los que se
encuentra el botánico de la Universidad de Florencia Stefano Mancuso
demuestran que toda nuestra falta de entendimiento con las plantas ha
sido un problema cuantitativo, que no cualitativo, se mueven poco,
que no significa que no se muevan, así como poseen también
inteligencia, aunque no esté tan desarrollada como la del resto de
seres vivientes, poseen una red estructurada que funciona de manera
similar a la neuronal, con sede en sus raices, es decir, técnicamente
se puede hablar de que las raices son el “cerebro” de la plantas,
además, los estudios demuestran que a nivel sensitivo están mas
desarrolladas, pues cada ápice de raíz puede captar simultánea y
continuamente información de como mínimo 15 parámetros químicos y
físicos que utilizan para sí mismas y para comunicar con otras
plantas a través de unas moléculas volátiles, creando un mecanismo
de supervivencia de la especie que, por ejemplo, si se ven atacadas
por algún elemento extraño, pueden provocar un cambio en su
metabolismo para volverse tóxicas con su digestión.
También se ha comprobado que poseen el
mismo mecanismo de sueño que el reino animal, y que al igual que
este cada especie la realiza de manera distinta.
Y su relación con el reino animal es
asombroso, para ellas una relación de vital necesidad por necesitar
polinizarse, así que algunas veces ofrecen tratos satisfactorios
para ambas partes, pero en el caso de la orquidea, llega a ser capaz
de mentir al animal encargado de polinizarla, haciéndole creer que
tendrá sexo y azúcar, sin conseguir nada a cambio. ¡Hasta hay
voces que hablan de la manipulación de las plantas sobre los
humanos, creando formas, colores o frutos llamativos que nos llame la
atención y haga que diversifiquemos la planta por el resto del
mundo!
En definitiva, que las plantas poseen
inteligencia, no en la misma cantidad pero si de la misma calidad que
cualquier otro ser viviente, pues posee la que necesita para
desarrollarse.
Tal como dice Stefano Mancuso: Si se
define la inteligencia como la capacidad de resolver problemas, las
plantas tienen mucho que enseñarnos.
RCVicent
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